¿Que será eso que me pasa que me dan ganas de tirarle besos a la gente que me reta cuando piensan que estoy haciendo algo mal en la bicicleta?
Iba por La Alameda y un viejito me gritó:
– Ándate por la ciclovía saco de hueas!
Me di vuelta sobre la bicicleta, como hacían los antiguos persas cuando iban en sus caballos para dispararles flechas a los atacantes que los perseguían, y en ves de una flecha, le tiré un beso al viejo indecente.
Ya estaba lejos, pero igual vi como se iba poniendo rojo.
¿Será irreverencia candente?
The idiocy of the Rosario siblings has officially pervaded (invaded) South America..
Contra ese virus, no hay nada que hacer. Los Rosario son cosa de temer.